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lunes, 5 de enero de 2009

LOVE ACTUALLY

Pienso en grandes escenas de amor rodadas en cine y a mi mente acuden infinidad de ellas: De algunas recuerdo el nombre de la película, sus diálogos, su protagonistas, de otras no.

Casablanca, con Ingrid Bergman y Humphrey Bogart:
"Tocala una vez, Sam, en recuerdo de los viejos tiempos".
"Tocala, Sam. Toca. A medida que el tiempo pasa"
Esplendor en la hierba, con Natalie Wood y Warren Beatty:
"Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo..... "

Love Story, El paciente Ingles, Memorias de África, Moulin Rouge, Ghost. Son tantos y tantos los momentos inolvidables del cine de amor, que resulta difícil decir cual es esa escena favorita, o cual ese dialogo que te llego al corazón.

Pero si de eso se tratara, de elegir un dialogo de amor de una escena cinematográfica, sin ninguna duda yo elegiría uno en particular: Pertenece a la película Love Actually, y me quedaría con el, en primer lugar por lo original -se desarrolla entre un padre y su hijo pequeño- y después por lo enternecedor del mismo: El actor Liam Neeson encarna a un padre muy preocupado por su hijo de nueve años. Ha pasado un tiempo prudencial desde que murió la madre de Samuel, que así se llama el muchacho, y a pesar de ello el niño continúa dando muestras de dolor. No abandona nunca su habitación y casi no come. Su padre muy alarmado decide hablar con él y tratar de consolarle por la perdida de su madre. Y entonces... ¡Oh sorpresa! sucede esto:
La escena transcurre en un banco de un parque de la ciudad de Londres.

-Bien, ¿cual es el problema Samuel? Es...solo por mama, o ¿hay algo más?...¿eh?...Quizás...el cole, alguien te está amenazando ¿o es algo peor? ¿Puedes darme alguna pista... o no?- inquiere el padre al niño con gesto de preocupación.

-¿De verdad quieres saberlo?- contesta el niño.

-¿De verdad quiero?

-¿Aunque no puedas hacer nada para ayudarme?

-Aunque ese fuera el caso, sí.

-Vale, pues lo que pasa es que estoy... enamorado.

-¿Qué?- Ante lo inesperado de la respuesta del niño, el padre casi no acierta a articular palabra. El niño continúa.

-Ya sé que debería estar pensando en mama, y lo hago, pero estoy enamorado. Ya lo estaba antes de que muriera y no hay remedio...

-Pero... ¿no eres un poco joven para estar enamorado?- Pregunta el padre, que ha recuperado de repente la tranquilidad, mientras esboza una amplia sonrisa.

-No.- Contesta con rotundidad el muchacho con gesto molesto ante la sonrisa de su padre. Este, que se ha dado cuenta, adopta inmediatamente una aptitud seria y de preocupación compartida con su hijo.

-Ah, pues vale, bien, vale. Me siento un poco más aliviado.
-¿Por que?

-Pues...Por que creía que sería algo peor- Su padre no puede evitar que una nueva sonrisa aparezca en sus labios.

-¿Peor que la angustia de estar enamorado?
-Ah, si, tienes toda la razón. Angustia total.

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Es uno de los muchos diálogos de amor que hay en esta comedia romántica del director Richard Curtis, pero no me negaran que es tierno y original. Mi consejo es que si no la han visto, no se la pierdan, es de esas películas que verdaderamente valen la pena.

domingo, 17 de agosto de 2008

MAMMA MIA, La pelicula.



Ayer tocaba cine. Mi mujer y yo hemos ido a ver el estreno de, Mamma mía.

¡Mamma Mía! Es un musical escrito por Catherine Johnson en 1975, basándose en los éxitos musicales del grupo sueco ABBA.
El argumento de la obra es de sobra conocido: Sophie la hija de 20 años de Dona, se casa. Sophie vive con su madre en una paradisíaca isla griega donde regentan un pequeño hotel familiar. En este momento tan importante para ella, le gustaría tener a su lado al padre que nunca conoció. Hurgando en los diarios de Dona, logra descubrir que en las fechas en las que su madre se quedo embarazada, había tenido relaciones con tres hombres en el corto espacio de un mes. Ante la duda de quien es su progenitor, opta por invitar a los tres a su boda sin que lo sepa su madre. El resto se lo pueden imaginar.

¡Mamma Mía! Se estreno en Londres el 6 de Abril del 1999. El 23 de abril del 2000 fue su presentación en Norteamérica, concretamente en la ciudad Canadiense de Toronto. El éxito de este musical fue tan arrollador, que a principios del año 2007 la obra ya se había estrenado en diez países y había sido traducida a ocho idiomas.

La versión española se estreno el 11 de noviembre del año 2004 en el teatro Lope de Vega de Madrid, habiendo permanecido en cartel hasta el día 3 de junio del 2007. Por supuesto que no nos perdimos este acontecimiento, del que salimos encantados tanto por la música de ABBA, como por la extraordinaria puesta en escena de los actores/cantantes que lo interpretaban, y que fueron en sus principales papeles los siguientes; Nina en el papel de Dona (la madre), Mariona Castillo en el de Sophie (la hija), Marta Valverde en el de Tanya (una de las amigas de juventud de la madre, Dona), Paula Sebastian en el de Rosie (la otra amiga de Dona). Y en los papeles de los tres posibles padres de Sophie; Sam, Javi y Bruno, los actores (y además cantantes); Alberto Vázquez, Nando González y Bruno Squarcia. Ah, y en el papel del novio de Sophie, Leandro Rivera.

Hecha esta introducción, tengo que decir que la película no desmerece en nada al musical presentado en teatro. Por buscar alguna diferencia, diré, que no es lo mismo el sonido de la orquesta atacando los temas de ABBA en un teatro, que escuchar la banda sonora de una película por mucho sonido THX que le pongan. Pero para quien no haya visto la obra teatral este detalle le pasará inadvertido.
Por lo demás el film guarda muchas sorpresas agradables: A pesar de ser película, las voces en las canciones son de los actores que interpretan los distintos papeles, y así la actriz Meryl Streep nos sorprende con una voz extraordinaria en el papel de Dona. Pocas personas saben que antes de dar el salto al cine había cursado estudios de música, opera y arte dramático en la Universidad de Yale. ¡Pierce Brosnan, cantando! Pues sí, y resuelve muy dignamente las dos canciones que le tocan en su papel de uno de los tres posibles padres, Sam. El resto del reparto: Amanda Seyfried como Sophie, además de Colin Firth como Harry y Stellan Skarsgard como Bill, los dos padres que faltan. Así mismo las amigas de Dona son: Christine Baranski en el papel de la rica y multi-divorciada Tanya y Julie Walters como la pragmática y no tan agraciada Rosie. Ah, como siempre se me olvida el pobre novio que no es otro que Dominic Cooper, Ski.

Más sorpresas: Los miembros del conjunto Abba, aparecen en esta película en lo que se llama un cameo (están en el reparto, pero si no te fijas pasan desapercibidos). Las escenas han sido rodadas en Islas Griegas del Mediterráneo, toda una gozada para la vista.

En resumen, una película para pasar un buen rato con la única condición previa de que te guste la música de ABBA, claro.

domingo, 22 de junio de 2008

SEXO EN NUEVA YORK

Ayer fui al cine con mí mujer. Estrenaban Sexo en Nueva York.
Para quien no lo sepa, esta película está basada en una serie de televisión de la cadena americana HBO, que a su vez surgió de una columna que se publicaba en el periódico The New York Observer y cuya autora era la escritora Candace Bushnell. Sexo en Nueva York comenzó a emitirse en 1998. Protagonizada por cuatro amigas neoyorquinas treintañeras Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda. La actriz que interpreta el papel de Carrie, Sarah Jessica Parker, se ha convertido gracias a esta serie en un referente de la moda, lo que no acabo de entender por que es fea de narices.

La película no aporta nada nuevo respecto de la serie televisiva. El argumento, que a mi manera de ver no da para las dos horas que dura el largometraje, gira alrededor de la boda de Carrie y el revuelo que esta noticia causa entre las grandes revistas de moda. Aparentemente quiere trasladar al espectador un mensaje tradicional de amores y desamores, con sus bodas, separaciones, y reconciliaciones, pero lo que realmente subyace es un ideal de vida basado en poderosas American Express, de unas personas superficiales cuya vida gira en torno al consumo desaforado de grandes marcas de ropa, de bolsos o de zapatos todas ellas carísimas. En fin, el consumismo como forma de consistencia personal.

Buscando datos para escribir este comentario, encontré en Wikipedia la siguiente descripción de Sexo en Nueva York: “Carrie Bradshaw y sus tres mejores amigas exploran el duro papel de ser una mujer soltera y sexualmente activa en el nuevo milenio”. Un papel durísimo, sin ninguna duda. Tiene que ser estresante realmente, además de trabajar como ejecutivas agresivas, sacar tiempo para una intensa gimnasia pélvica, e ir de compras a las más selectas tiendas de Manhattan. Solo de pensarlo me cae el sudor por la frente.

Pero lo interesante no es que rompan tabúes sexuales, sino que ellas plasman en pantalla el modelo referencial de la actualidad: el eterno adolescente. Los adultos de hoy quieren perpetuarse en una adolescencia permanente. Pero a diferencia de la adolescencia natural, esta otra, contra natura, viene con las chequeras repletas, propiciando una mezcla explosiva. El dinero, el sexo, el amor... todo como se lo plantearía un estereotipado adolescente irresponsable, pero con recursos de adulto. Este es el nuevo ideal que plantea la sociedad. Por esto la serie y película seducen tanto a adolescentes como a mujeres treintañeras.