martes, 13 de noviembre de 2007

La Danza de la Muerte / Douglas Preston y Lincoln Child





Hoy comentaremos sobre una novela de misterio e intriga, con las aventuras y desventuras del Agente Pendergast y sus habituales colaboradores.



Tras la supuesta muerte del inspector Pendergast, enfrentado a su malvado hermano Diógenes (La mano del diablo), el detective D'Agosta cumple las instrucciones de Pendergast: detener a Diógenes, que ha anunciado la comisión inminente de un espectacular crimen. Pendergast, amparado por su propia muerte, ha de moverse deprisa y con gran riesgo para tender una trampa a su hermano: tendrá que convertirse en ladrón si quiere atraparlo.



Los autores demuestran un estilo directo y vibrante con capítulos cortos, aunque me parece mas flojo que sus anteriores libros, te sigue enganchando y no dejando que pares de leer, ya que son diversas acciones a lo largo del libro que van discurriendo hacia un punto final y consiguiendo que quieras pasar a la siguiente pagina, para ver si aclaras algo. En este libro salen casi todos los personajes que hemos ido conociendo en sus anteriores libros.



En resumen un libro muy entretenido y recomendable para todos aquellos que desean una lectura amena y entretenida.






Obento ¿Comida para comer, con los ojos o con la boca?






Dentro de la sociedad y la cultura nipona, la gastronomía es uno de los pilares básicos. Y hablamos de gastronomía como el hecho de preparar comidas saludables y presentarlas de manera exquisita, que casi se puedan comer por los ojos. Por ello, no sorprende la existencia en Japón del obentō, o comida preparada para llevar, en la que no sólo es importante la comida en sí, sino que también se cuida al detalle la presentación: los colores, las texturas, las medidas.

Lo más sorprendente del obentō es, sin ningún tipo de duda, el momento en que lo destapas. Podríamos definir el obentō como una fiambrera con comida para llevar para una sola persona, que normalmente presenta una base importante de arroz, carne o pescado como plato principal, y encurtidos o verduras como acompañamiento, dentro de un recipiente específico, que bien puede ser de plástico, de madera lacada o hasta de uso único (en caso de que el obentō se compre en una tienda), aunque la descripción se nos queda corta, muy corta. El obentō no es simplemente comida para llevar, es un regalo a los sentidos y más profundamente, una representación de los roles sociales en la sociedad japonesa. Se ha dicho muchas veces que los japoneses comen con los ojos, por lo que la presentación es tan importante como el sabor o la preparación.


Los pequeños y jóvenes llevan a la escuela el llamado tsūgaku-bentō, que varía mucho con la edad del niño, aunque normalmente es mucho más visual y divertido que otros obentō. Las madres intentan que todos los ingredientes tengan formas apetecibles para los niños, de manera que una simple salchicha de Frankfurt se convierte en un pulpo, una manzana se convierte en otro animal, etc.


Los trabajadores llevan el aisai-bentō, preparado con todo el amor de sus esposas, al trabajo. Consigue poner celosos a los colegas, aunque a veces, el diseño y el color del obentō pueda dar cierta vergüenza al marido.

Como vemos es otra constumbre que en nuestra cultura muchos catalogarian de Chorrada, pero en otras culturas es una tradición, con lo que muchas veces deberiamos fijarnos en las cosas antes de catalogarlas.
Si os interesa saber mas os recomiendo visitar japonismo.com


Información y texto obtenido de: http://japonismo.com/El-obento.html